EL OLFATO
El olfato es
el más sensible de los sentidos, ya que unas cuantas moléculas –es decir,
una mínima cantidad de materia– bastan para estimular una célula olfativa.
Detectamos hasta diez mil olores, pero como las estructuras olfativas, al
igual que el resto de nuestro cuerpo, se deterioran con la edad, los niños
suelen distinguir más olores que los adultos.
EL GUSTO
El gusto
consiste en registrar el sabor e identificar determinadas sustancias
solubles en la saliva por medio de algunas de sus cualidades químicas.
Aunque constituye el más débil de los sentidos, está unido al olfato, que
completa su función.
EL TACTO
El sentido del tacto o mecano recepción es aquel que permite a los organismos percibir cualidades de los objetos y medios como la presiòn, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc. En el ser humano se considera uno de los cinco sentidos básicos.